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 Alta Fidelidad


Alta fidelidad es un término usado por los amantes del audio para referirse a la alta calidad de reproducción del sonido, tratando que ésta sea lo más fiel posible al original.  

Siempre hemos tenido especial devoción en tratar de escuchar la música en nuestro hogar, tal y como se oiría en una interpretación en vivo, consiguiendo la máxima calidad de sonido posible.

En términos simples es lo más cercano posible a la perfección en lo que a reproducción de sonido se refiere.


Hi Fi - Hi End

Un equipo de alta fidelidad tiene cantidades mínimas de ruido, de distorsión y una precisa respuesta de frecuencia. Esta definición se estableció en 1973 por el Deutsche Institut für Normung (DIN  Instituto Alemán de Normalización) bajo la norma DIN 45500. 

Esta norma tuvo muy buenas intenciones, pero  ligeramente exitosa en la definición de "alta fidelidad". En los comienzos esta norma garantizaba que los equipos cumplieran con lo especificado en ésta, por lo tanto solo los equipos que habían pasado las pruebas podían llevar el nombre de Hi-Fi, pero un tiempo después muchos otros fabricantes comenzaron a poner ese nombre en sus productores sin que esta norma lo avalara y así la 45500 fue perdiendo popularidad. 

En la década de 1990, el término de alta fidelidad (Hi Fi Audio) en productos para el hogar de alta calidad de audio fue reemplazado en gran parte con el de Hi-End Audio.

La Amplificación 

 
Los amplificadores a tubos ofrecen un sonido cálido y musical, pero sus precios suelen dispararse, por lo que se tiene menos acceso que a un equipo a transistor, donde la banda de precios resulta más accesible.  

Los transistores tienen generalmente un  sonido menos humano (desde un punto de vista audiófilo), aunque son más económicos, ofrecen más potencia, son más rápidos y tienen mayor extensión en graves. 

También está la opción de un preamplificador, ya que ofrece mejor musicalidad, dinamismo, etc, al separar ambas partes del proceso de amplificación, también es más costoso.  Existen muy buenos integrados cruzando calidad-precio basados en fuentes de alimentación bien diseñadas, sobrados en potencia, con recorridos de señal cortos, entradas suficientes, con construcción interna doble monofónica, etc.  En cualquier caso lo ideal es probar y escuchar distintos modelos, siempre lo mejor será escuchar el nuevo componente con el resto de nuestro equipo y en nuestra sala, ya que es fundamental que vaya en armonía con esta última, y decidir uno mismo, dependiendo del gusto propio y del presupuesto.

Detalles audiófilos que dicen bastante sobre la calidad de estos componentes y se observan a simple vista, en los que podemos fijarnos al probarlos son entre otros que las conexiones estén enchapadas en oro, disponga de salida de señal de previo, que su arquitectura sea balanceada y su peso puede indicarnos si dispone de una fuente de alimentación bien dimensionada.

La fuente de alimentación es el corazón del amplificador, al decaer la impedancia del parlante conectado según las frecuencias, los requerimientos de energía para ese altavoz son mayores. En teoría, al dividir por dos la impedancia a la salida del amplificador, la potencia requerida se multiplica por dos, pero esto depende de la capacidad para entrega de corriente de la fuente del amplificador, la proporción para una buena fuente es a partir del 70-80% más de su potencia RMS al dividir por dos la impedancia; con 70 vatios RMS a 8 ohmios debería entregar 120 vatios a 4 ohmios. Si la fuente no está bien dimensionada (transformadores de alta corriente) puede ocurrir que al decaer la impedancia, los requerimientos de potencia para el altavoz superen lo que puede entregar el amplificador, activando los circuitos de protección del mismo en el mejor de los casos, si los posee, y si no cuidado. 

Pequeñas mejoras aplicables a estos componentes son, el cable de alimentación de la red eléctrica, sustituyendo el de serie por modelos con filtros (apantallados, ferritas, etc) para eliminar parásitos que interfieren en la corriente, hay que tener en cuenta que el sonido final proviene de la energía eléctrica que alimenta al aparato, por tanto esta habrá que cuidarla también, y en este aspecto cabe destacar que durante el día la corriente es más inestable que por la noche, básicamente porque durante el día se ve afectada por alteraciones (debido al mayor consumo diurno; fábricas, comercios, etc. que producen pick y caídas de tensión) e interferencias (tráfico de vehículos, radiofrecuencias, etc). 

Contar con una zapatilla con fusible de protección entre la toma de corriente de la pared y todos los componentes de tu equipo puede ser la gran salvación ante un inesperado pero tormentoso evento de alza de voltaje en el sector donde vivas, ojo que la vida útil de estas zapatillas debería ser unos 3 años, va de acuerdo con la cantidad de alzas que van soportando, aunque el fusible se vea en perfectas condiciones.  Esta situación siempre viene prevenida en las etiquetas y pequeños manuales de estos productos, pero nadie los lee. Otra cosa, comprense una zapatilla que venga para enchufe con patas redondas y rectas (normal nuestro y americano), así te ahorras los adaptadores y por ende evitas fricciones y contactos inseguros adicionales.

Las bajas de voltaje también afectan a algunos amplificadores, generalmente se da con los que consumen más energía, en invierno las compañías distribuidoras de ésta, bajan los volts, es decir en vez de entregar 220 volts, entregan 190 ó 200 volts, y los power  se ven resentidos y les cuesta partir, el mejor ejemplo de esto es el amplificador Sansui AU-717 que en condiciones normales debería demorarse en encenderse entre 10 y 20 segundos, en invierno a veces demora entre 30 y 40 segundos y a veces más. Si no tienes paciencia te puedes comprar un estabilizador de voltaje y eliminas esta demora inmediatamente.

Un dato para los terremotos: Al sustituir las patitas plásticas que traen de serie los amplificadores por topes de goma como bases, ayuda a eliminar vibraciones (al reducir la superficie de contacto con su base), un dato bueno para comprar estos topes lo encontré en:

http://www.dvp.cl    y buscar topes de puerta, son de goma de muy buena calidad, hay dos tamaños y evitan vibración y casi la totalidad de deslizamiento.

Mantener la ventilación del aparato es crucial siempre tu mano debe soportar el calor de la tapa superior de tu amplificador a transistor, ni se te ocurra hacer la prueba con uno a válvulas (ojo con los niños de tu casa).  

Una recomendación sencilla, y que influirá en la vida útil del equipo, es seguir un orden correcto al encenderlo o apagarlo; se debe encender comenzando por las fuentes de señal :

Encendido : 

1. Reproductor de CD
2. Deck
3. Tuner, mp3, mp4, etc.
4. Pre
5. Amplificador

Apagado:

En sentido inverso, desde la etapa o integrado hacia las fuentes. 

Con ello se evita que llegue señal a cada aparato (y los altavoces en último lugar) desde el anterior en el sentido en que circula el sonido (corriente eléctrica), donde pueden producirse picos o caídas propias del encendido o apagado en cualquier aparato eléctrico. 

Igualmente hay que tener muy claro, a la hora de seleccionar cada pieza de nuestro equipo, que el conjunto siempre sonará con la calidad del peor de los componentes que tengamos conectado, por tanto de poco vale buscar un buen amplificador si lo conectamos a unos altavoces mediocres o una mala fuente de señal.  

Una vieja regla audiófila dice que generalmente el dinero que inviertas en el total de tus componentes debe ser igual a lo que inviertas en tus parlantes. 

Un último dato sobre los amplificadores, cuando éstos al tacto tengan estática da vuelta el enchufe que va a la pared.

Parlantes

  
La potencia de éstos en RMS es recomendable que sea al menos un 50% mayor que la salida del amplificador, para evitar distorsiones al llevarlos al límite e incluso dañarlos, teniendo en cuenta además que un amplificador ofrece más potencia cuanto menos impedancia se le carga (ofrece más RMS con altavoces de 4 ohmios que de 8 ohmios) y que la impedancia de un parlante varía con la frecuencia (en un altavoz de 8 ohmios que llegue a bajar su impedancia a 2 ohmios en ciertas frecuencias llega a multiplicar por cuatro la potencia en RMS continuos que ofrece el amplificador). 

Sensibilidad; para un buen altavoz ha de estar por encima de 85 dB/w/m, se considera una sensibilidad baja hasta 88 y necesitará de mayor potencia de amplificación para excitar los transductores, y se considera una sensibilidad alta cuando es mayor de 90.

Los parlantes son el componente más caro del equipo de sonido, y al ser el componente de la cadena que ofrece el sonido final, es el más personal, y debe seleccionarse principalmente mediante pruebas e igualmente a ser posible, con nuestro equipo y en nuestra sala, en caso de probarlos al momento de comprarlos, tanto éste como cualquier otro componente tratándose de aparatos de cierta calidad. Escuche probando grabaciones propias que conozca bien su sonido, que el vendedor debe dejarle oír sin problemas. 

La amplificación sobre todo, debe estar siempre en concordancia con los parlantes, ya que son los componentes que más se casan el uno con el otro. 

Las pruebas van agudizando tu oído, debes probar y probar, amplificadores con distintas cajas y columnas, receivers, tubos, parlantes americanos, europeos, etc. Un parlante te va a rendir muchísimo con un power y en una sala de estar, pero si luego le cambias el amplificador  y lo pasas al living de tu casa puede cambiar totalmente el rendimiento, y no es culpa del parlante, debes a través de pruebas y pruebas buscar el mejor matching entre tus componentes, tus cajas y el espacio donde tengas cada equipo. Por  eso es un error muy común hacer conjuntos de sonido que no son compatibles entre sí, más aún con el tipo de música que se escucha.

La ubicación típica y con excelentes resultados es formar un triángulo equilátero entre éstos y el oyente, mejor algo mayor la distancia entre oyente y parlantes que entre estos, situando el punto de cruce de ambos altavoces a medio metro delante del punto de escucha (mejor imagen del estéreo). 

Deben descansar sobre patas que impidan transmitir vibraciones al medio, mejorando el sonido ofrecido); si no las incorpora el parlante se venden topes de puerta de goma o cuadrados de alfombra (ver dato entregado en ficha "La Amplificación"). 

La separación entre parlantes debe ser de 2 a 4 metros, dependiendo del parlante y la sala. Desde la posición de oyente, los tweeter (agudos) deben quedar a la altura del oído; las frecuencias altas son más directas, si nos situamos fuera de la ventana de audición, percibiremos el sonido limitado en su respuesta original, aunque si existe exceso de agudos puede paliarse bajando el tweeter a la altura del pecho. 

Deben separarse de paredes traseras y laterales al menos 30 cm. aunque según sean los graves pueden separarse más (reducir graves) o acercarse más a las paredes y rincones (aumentarlos). Pruebe y pruebe y pruebe ya que con sólo cambiarlos de posición y de giro, puede sorprender la diferencia de sonido.

El cable al amplificador debe ser de calidad (cobre de alta pureza libre de oxígeno, buena sección, etc), lo más corto posible sin tiranteces, y de igual longitud ambos canales; se puede comprar por metros, o confeccionados.  Es decir si el canal A queda a 3 metros y el B a 6 metros, todos los cables para los 4 parlantes deben cortarse a los 6 metros y deben tener terminales (bananas) en los extremos y sin terminales de pelo cuidado de no dejar pelos sueltos fuera de la entrada, juntar la punta de los cables quemará tu equipo. Siempre que manipules conexiones de parlantes debe ser con el equipo apagado. 

No gastes grandes sumas de dinero en cables top si aún tienes fuentes de baja calidad (ej, tuners, cd players, ecualizadores, decks, etc) preocúpate de invertir primero en ellas y después en los cables sino no ganarás mucho. 

Si la habitación no es espaciosa, lo apropiado son altavoces tipo monitor, por su reducido tamaño, aunque suelen ofrecer menos graves al tener menor volumen de caja, pero también son más versátiles. Si disponemos de espacio, podremos optar por columnas o cajas con mayor volumen y respuesta en graves.

Otra situación más común de la que pudieran creer, es que algunas personas con mucha ansiedad llegan y compran un tremendo power, amplificador o receiver teniendo un par de cajas medianas, llegan a sus casas y comienza la distorsión por exceso de salida de potencia versus pequeña potencia de los parlantes que poseen. Un cambio brusco de potencia en el amplificador requiere prácticamente cambio de equipo completo, sino te darás cuenta que como estabas tenías mejor sonido.

Un último detalle, una vez que tengamos instalados los parlantes y nos dispongamos a usarlos; fijarse en las suspensiones, que son membranas que mueven el aire para generar ondas sonoras, son elásticas, y al usarse por vez primera o cuando han sido recién cambiadas, precisan un rodaje para habituar los conos a esa elasticidad, por lo tanto, nunca forzarlos inicialmente. 

El Lector de CD 

A pesar de la pérdida de señal y naturalidad que supone frente a soportes analógicos como el vinilo.  No sufre deterioro con el tiempo ni hay ruidos añadidos por el roce del mecanismo lector con el soporte; no confundir con los problemas derivados de vibraciones, que sí afectan junto a errores de muestreo propios de conversión digital-analógica, errores de lectura de información digital, etc, por lo que debe cuidarse entre otros su ubicación y aislamiento, con bases y patas adecuadas. 

Se encuentran desde los más económicos hasta auténticas piezas de lujo, los hay según el número de discos que cargan, sencillos o múltiples. Los múltiples siempre ofrecen peor calidad sonora, básicamente por tener más mecánica de transporte y más compleja, por tanto, mayor cantidad de interferencias y ruidos mecánicos, y al tener menor mercado en la alta fidelidad, los fabricantes no aplican soluciones de calidad extrema en los conversores para no elevar el precio, pero para tiempos de escucha prolongados son más cómodos. 

Por supuesto si buscamos pureza de sonido, optaremos por uno sencillo. Lo primordial para que sea de calidad es una mecánica y bandeja robusta, libre de vibraciones, fuente de alimentación generosa, lo que se traduce en una restitución sonora más natural, cálida, etc. 

También a destacar son las conexiones: se recomienda que disponga de salidas tanto analógicas (RCA e incluso balanceadas) como digitales (coaxial u óptica) preferiblemente enchapadas en oro. Extras como búsqueda de picos, modos de reproducción, pantalla, etc. dependerá de gustos o comodidades. 

Hoy se considera muy importante esta fuente de señal (lector de CD) al ser el primer elemento en la cadena de reproducción musical, siendo el único componente independiente del resto (amplificador y altavoces) y su calidad no está ligada a ellos, por lo que siempre podremos elevar el nivel del mismo incluso por encima de amplificador y altavoces. Hay que tener en cuenta que la pérdida de señal original por la poca calidad de la fuente, no se recupera de ningún modo.  

La Tornamesa 


Es la fuente de sonido analógica por excelencia. Su origen se sitúa en 1931 con la patente de Alan Blumlein sobre la técnica para grabar dos canales de audio en un surco. 

El surco forma un ángulo de 45 grados, siendo cada lado la información correspondiente a cada canal de la señal estéreo.

Para extraer la señal se basa en una aguja reproductora que transmite la información del surco a un conjunto de bobinas e imanes (que conforman la cápsula) que generan la salida eléctrica para ser ecualizada y amplificada. Los problemas más graves a la hora de grabar en este soporte son mantener igualadas las fases de cada canal (evita errores de lectura) y corregir las bajas frecuencias (para facilitar el seguimiento del surco por la aguja lectora). 

Hay un gran número de ajustes a realizar en un giradiscos para aprovecharlo al máximo, por ello en estas fuentes cualquier cambio realizado (aguja, cápsula, brazo, etc.) supone un cambio drástico y más que perceptible de la calidad sonora de la fuente: El eje de la aguja lectora con respecto a una linea imaginaria perpendicular a la superficie del disco debe describir un ángulo de 20 grados, esto suele ajustarse haciendo que el brazo, apoyada la aguja sobre el surco, quede totalmente paralelo a la superficie del disco. 

La geometría de la aguja también es importante, su extremo debe ser redondeado, de forma que la punta no toque el fondo del surco, su sección puede ser cónica o elíptica, siendo generalmente las de alta calidad elípticas por su más fiel reproducción de las altas frecuencias.

 

La geometría del brazo es igualmente importante, debe ser tal que permita que el eje referencial de la cápsula sea perpendicular al surco en el punto de apoyo con la aguja, particularmente en los extremos externo e interno del disco, por ello la mayoría de brazos (no tangenciales, que sería lo ideal al eliminar el error de trazada) tienen ese pequeño ángulo en el extremo más próximo a la cápsula. Otra característica del brazo es el peso que ejercen sobre la aguja y ésta sobre la superficie del disco, y (para los no tangenciales, más extendidos) el empuje lateral en la reproducción (hace que el canal interno del surco se lea con mayor fidelidad que el externo). Para corregir estos desajustes, un buen brazo tiene sistemas de compensación antideslizamiento (empuje lateral) y del peso de apoyo (varía para cada cápsula, el fabricante suele indicarlo en la misma, y debe ajustarse con un disco de prueba).

La cápsula es la encargada de generar la señal eléctrica. Hay dos tipos, de imán móvil (Moving Magnet o MM) y bobina móvil (Moving Coil o MC). La primera tiene unidos los imanes al espárrago y las bobinas de salida fijas, al mover la aguja el espárrago hace desplazar los imanes a lo largo de las bobinas induciendo corriente en estas (también conocidas como de alto nivel). Las de bobina móvil llevan unidas al espárrago las bobinas, y fijos los imanes, el movimiento de la aguja desplaza las bobinas a lo largo de los imanes, induciendo en las bobinas la corriente de salida (de bajo nivel), estas suelen ser más utilizadas en la alta fidelidad de excepción. En las cápsulas de imán móvil se hace también algo delicado el cableado desde esta al amplificador, al influir de forma notable la capacitancia total en la respuesta en frecuencia, en este caso se puede experimentar, aunque lo más indicado es seguir las especificaciones del fabricante. 

En cuanto al brazo, hay que destacar como sus características más importantes la longitud, masa y rozamiento. La longitud suele ser de 23 cms. habiendo algunos de 30 cms. que aunque presentan menor error de trazada (al ser mayor su longitud) tienen mayor masa. La masa es el valor que soporta la aguja debido al peso del brazo en sí y a su contrapeso, viene dado por el fabricante, y sus valores suelen estar entre 6 y 25 gramos. El rozamiento de la aguja se mide en horizontal, se debe situar por debajo de 80 mg, y en vertical, debiendo estar por debajo de 30 mg. Estos valores permiten que la aguja se desplace sobre el disco sin realizar sobreesfuerzos y permiten una buena compensación de antideslizamiento. 

La tornamesa en sí también tiene sus características que influyen en el sonido, principalmente su mecanismo de arrastre y su aislamiento mecánico. El segundo viene determinado por el peso de la tornamesa y su base de apoyo (los modelos más modernos y elaborados suelen descansar sobre conos y su mueble incluso ser una pieza maciza de granito por su elevado peso y estabilidad). El mecanismo de arrastre más extendido en alta fidelidad es por correa, el eje del motor va unido al plato giratorio por medio de una correa de caucho, y en usos profesionales el mecanismo es directo, motor unido directamente al plato giratorio. El empleo de una u otra técnica tiene que ver con el llamado lloro y fluctuación, además del desacoplamiento del motor y plato (mayor en la correa). El lloro está generalmente ligado a la tracción por correa, y se debe al mal funcionamiento del motor/correa, y la fluctuación afecta a la tracción directa, por errores en el peso del plato. 

Hoy día las modernas técnicas de prensado y obtención de vinilos (180 gramos) de alta calidad, unidos a las características de los modernos diseños de tornamesas, han dado un nuevo empuje de esta veterana fuente analógica en los círculos de la alta fidelidad de excepción al entregar un sonido que aunque presente los errores lógicos de fuentes analógicas es bastante más agradable al oído por su suavidad, además de permitir su optimización con la simple mejora de alguno de sus componentes descritos. 

En Europa, ya en la mayoría de las tiendas de venta de música, la mitad del espacio está ocupada con vinilos. 

La Sala


La sala ideal no debería tener medidas que fuesen múltiplos (por ejemplo, 2.5 m de alto por 2.5 m de ancho y 5 m de largo), que las medidas de sus tres ejes (alto, ancho y fondo) difieran lo más posible, y evitar ventanas (elementos que rompen la buena acústica de una sala).

Puesto que raras veces disponemos de ello, se trata de paliar en lo posible estas deficiencias por otros medios. 

Si disponemos de una sala con distribución irregular (formas hexagonales, curvas, techos abuhardillados) sería ideal para instalar un equipo de alta fidelidad, en este sentido las paredes con superficies irregulares (engravillado, picado, etc.) ayudan al acondicionamiento acústico al prevenir la aparición de ondas estacionarias y reflexiones indeseadas. En cualquier caso, con una habitación mínimo de 10 m2 será suficiente. Las ventanas siempre deben cubrirse con cortinas, mejor gruesas, para amortiguar reflejos y reverberaciones extremas que producen (mejor rendimiento del rango medio-alto). 

La sala debe tratarse como un componente más del equipo de alta fidelidad, bastante importante y decisivo en el sonido final percibido; se considera que en un equipo de calidad, los cables (alimentación, interconexión y parlantes) junto con la acústica de la sala representan el 50% de la calidad del sonido ofrecido por el conjunto, por lo que nunca ha de descuidarse. Sonará mejor un equipo medio bien cableado e instalado en una sala con una acústica cuidada que otro equipo de nivel superior, con cables de serie y en una sala sin acondicionar.

El acondicionamiento de la sala es otra cuestión a tener en cuenta, pero que podemos compaginar bien con nuestro mobiliario y decoración. Lo ideal para ubicar el equipo es que debe estar bien ventilado, sobre todo el amplificador o etapa de potencia, aislado de fuentes de calor, campos magnéticos, asentado sobre una base firme y aislada de vibraciones; podemos comprar sólo las bases individuales e incluso fabricarlas con una placa de granito, hasta hoy el material más estable, sobre patas de goma para situarlas sobre el mueble, y a su vez el equipo sobre estas, se trata de reducir la superficie de contacto entre el aparato y el mueble o suelo, para aislarlo de cualquier vibración. Ni que decir tiene que si pretendemos con ello eliminar vibraciones, nunca deberemos colocar los altavoces (si son de estantería) en el mismo mueble que el resto del equipo. 

Por supuesto, no se deben colocar muebles entre los altavoces y el oyente, sino dejar un espacio libre para que el sonido llegue directo. Si nos lo podemos permitir, mejor optar por un mueble específico para alta fidelidad lo más firme posible, bien ventilado, con sistemas antivibración, etc.  es difícil encontrarlos pero en mi sitio en la ficha "Galería" he recopilado ideas de stands especializados de alta fidelidad que puedes darle curso con algún mueblista conocido. 

El resto de la decoración, no necesita extraordinarios cambios de lo que habitualmente tendremos en cualquier casa. No debemos cargar mucho la sala, pues quedaría sorda (damos una palmada seca y el sonido se pierde bruscamente, no hay resonancia ninguna) ni dejarla demasiado vacía (dando la misma palmada oímos reverberaciones en exceso, la habitación suena a hueca), ambos extremos producen un sonido poco natural (evitar en exceso las superficies demasiado absorbentes como cortinas, tapices, alfombras, o demasiado reflectantes como pulidos, espejos, cristales). Basta con tener unas cortinas en las ventanas, algunos cuadros, tapices, y una alfombra (muy recomendado, evita reflejos indeseados del suelo) entre los altavoces y el punto de escucha. Esto, junto con el resto de mobiliario típico (mueble, sofás, mesas, etc.) basta para crear un ambiente con la justa absorción y reflexión de ondas sonoras.

También se puede habilitar una línea de fuerza exclusiva para el equipo de sonido, desde el tablero eléctrico principal, evitando alzas y caídas que ocasionalmente producen otros aparatos eléctricos de la casa. Esto dependerá de cada casa, pero por último una zapatilla eléctrica con fusible para alzas de voltaje te evitarán muy malos ratos.

Accesorios 


Hay una serie de elementos al margen de la amplificación, igualmente importante es un buen asiento especialmente diseñado para tal propósito; el desarrollo de la ergonometría hoy en día permite funcionalidad y placer. 

Con respecto a las bases, racks y soportes de altavoces, ayudan a aislar mecánicamente estos elementos. 

Las vibraciones del suelo y principalmente las producidas por los altavoces debido a la presión sonora degradan la señal haciendo perder detalle, estos soportes aislan cada elemento del equipo, absorbiendo o evitando que esa energía mecánica haga vibrar los equipos y degrade el sonido. Las puntas, patas, etc, cumplen la misma función, aunque más en contacto con cada pieza. Los spikes son recomendables en altavoces para reducir la superficie de contacto de estas con el medio, para amplificadores suele utilizarse patas, que además ayuda a ventilar sus circuitos, las bases de goma absorben vibraciones, por lo que se utilizan en fuentes con elementos mecánicos como tornamesas, decks, etc.

Todo circuito eléctrico genera un campo electromagnético que puede perturbar la señal de audio directa o indirectamente (magnetizando elementos metálicos como conectores, cables, cabezas de lectura, etc). Hay elementos que absorben esta carga magnética cuando se produce, o en su defecto, otros que eliminan esa carga acumulada (desmagnetizadores de circuitos, de cabezas de lectura) y realmente se nota la diferencia. 

Otro grupo de accesorios actúan sobre el soporte (discos) para mejorar su estabilidad, eliminar electricidad estática, mejorar la reflexión, reducir vibraciones, etc. Tenemos por ejemplo para los discos de vinilo, los clampers; pieza que fija el disco en su eje, para eliminar principalmente las posibles ondulaciones del disco, facilitando el seguimiento del surco por la aguja, y por tanto mejorando la calidad sonora ofrecida. La alfombrilla, situada sobre el plato y donde descansa el disco, cuya función es minimizar la transmisión de vibraciones a la aguja. 

Líquidos limpiadores en general, tanto para discos como CD, que eliminan las impurezas depositadas sobre los mismos y que deterioran la calidad sonora. Líquidos eliminadores de electricidad estática. Discos especiales para CD que mejoran el rendimiento del laser, reduciendo el nivel de jitter o error de muestreo. Y un largo etcétera de productos que en menor o mayor medida, aportan un plus a la calidad sonora de cualquier sistema de audio.

   

Básicamente estos son los principales elementos que se encuentran en el mercado para acondicionar nuestro sistema y asegurar el correcto rendimiento de cada componente así como el resultado del conjunto en términos de calidad musical. 


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Parte de este relato fue extraído del sitio web http://club.telepolis.com/adrodriguez/inicio.htm y pretende ayudar al aficionado a la alta fidelidad a formar un equipo, analizando cada uno de sus componentes básicos, dependiendo de las necesidades, medios o presupuestos, y saber que influye para obtener una buena calidad musical en el conjunto. 

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